El hotel The Jefferson en D.C.

Nuestra presidenta estuvo alojada en un hotel en la capital estadounidense que hace honor a una de las más grandes figuras de la historia del país

POR: Katingo Haché de Santelises

El hotel boutique The Jefferson está a pocos minutos de la Casa Blanca, y creo que hay un simbolismo grande en esa distancia pequeña: el hotel está inspirado y dedicado a Thomas Jefferson, padre de la patria estadounidense, uno de los autores de la Declaración de Independencia y el tercer presidente de la nación.

La mansión, diseñada en el estilo Beaux Arts, también tiene referencias al eclecticismo de la casa de Monticello de Jefferson —su vivienda en una plantación de tabaco y trigo en las afueras de Virginia, que diseñó inicialmente con un estilo neoclásico, y luego fue modificando según las tendencias de la era—.

Jefferson también era amante de los perros. En Monticello vivían Bergère —que en español significa “pastora” y hace referencia a su raza— y sus dos cachorros, traídos desde el otro lado del Atlántico. En un guiño a esa pasión, los elementos de la decoración del hotel los incluyen por doquier.

Uno de mis espacios favoritos en el hotel es The Book Room, una biblioteca llena de ediciones con tapas de piel de libros sobre los temas favoritos de Jefferson. El espacio está reservado exclusivamente para los huéspedes del hotel, y puede uno sentarse con mucha tranquilidad a tomar un café y leer un periódico.

El espacio que más le llamó la atención a mi esposo fue el barcito con terraza que da a la calle. Ès uno de los pocos lugares de la ciudad donde se puede fumar un puro al aire libre! En los días soleados —lamentablemente, al ir en invierno no nos tocó uno—, la gente suele sentarse ahí a disfrutar fumando tabaco.

Este hotel abrió en 1955 —antes era un complejo de apartamentos de lujo—, y desde entonces se le conoce no solo por sus comodidades y sus cinco estrellas—, sino también por su excelente servicio. Y lo pude comprobar: tras unos días como huésped, concluí que lo agradable de mi estancia allá se debió tanto a los detalles de la decoración de los espacios y el esfuerzo de obtener piezas de correspondencia originales de Jefferson, como al detalle de despedir a los huéspedes en sus jornadas diarias de turismo en la ciudad con una botellita de agua. ¡Una estadía recomendada!

Fotos: Fuente externa