Arquitectura en Chicago

Como buen arquitecto, nuestro cliente Eduardo De Castro Cáceres nos preparó una lista de edificios icónicos e imperdibles para conocer en una visita a Chicago.

De los ocho edificios más altos de todo Estados Unidos, cuatro están en Chicago: eso dice mucho sobre el magnífico horizonte de concreto, metal, vidrio y ladrillo de esta ciudad. Luego de un fuego que la consumió en 1871, los arquitectos más visionarios del país se dirigieron a la joya de Illinois a poblar sus solares vacíos con proyectos atrevidos que declaraban el renacimiento de Chicago. Uno de nuestros clientes, el arquitecto Eduardo De Castro Cáceres, estuvo recientemente por allá, y nos trajo de vuelta sus recomendaciones de cinco edificaciones icónicas para conocer en una visita a la ciudad. Para los fanáticos de la arquitectura: ¡Tomen nota!

POR: Eduardo De Castro Cáceres

MI TOP CINCO: MUESTRAS ARQUITECTÓNICAS EN CHICAGO

[1] WILLIS TOWER
Completado en 1973, este diseño de la firma Skidmore, Owings & Merrill encabezó la lista de los edificios más altos del mundo por 25 años. Con sus 442 metros, la Willis Tower creó nuevos parámetros estructurales y arquitectónicos para el diseño en las alturas: su cuerpo consiste de nueve núcleos en configuración 3×3, cada uno de longitud diferente –entre todos, el núcleo central es el que roza los 442 metros–. La magnitud del edificio es sobrecogedora al verlo en persona, y la vista desde el observatorio de su piso 103 es sorprendente.

[2] JOHN HANCOCK CENTER
Este otro diseño de Skidmore, Owings & Merrill es una gran muestra del Expresionismo Estructural, ya que nos enseña en sus fachadas inclinadas sus columnas y soportes en cruz. Estos elementos están muy acentuados en sus terminaciones de aluminio anodizado y vidrio color bronce, los cuales le dan un aspecto masculino. Desde 1969, año en que fue completado, la silueta de los 100 pisos del John Hancock Center ha pasado a ser un importante símbolo del horizonte de Chicago.

[3] MARINA CITY
Diseñado por Bertrand Goldberg y completado en el año 1964, este proyecto planteó una ciudad dentro de la ciudad. La Marina City está compuesta por dos torres de 65 pisos, cada una de planta circular; estas estructuras emergen de un espiral de hormigón en el que se desarrollan los parqueos de los apartamentos. Las torres se encuentran a la orilla del río, y tienen en su nivel inferior una marina. Por esos balcones curvos en hormigón y su forma circular, sus fachadas son inconfundibles en el horizonte de la ciudad.

[4] CHICAGO FEDERAL CENTER
Diseñado por el aplaudido Mies van der Rohe y completado en el año 1974, este proyecto consiste de una composición monocromática de tres edificios, que termina creando un espacio negativo conocido como el Chicago Federal Plaza –como ñapa para la visita, en esta se encuentra la Flamingo de Alexander Calder, una escultura rojiza de 16 metros de alto–. Esta pieza rompe con el estilo lineal de los edificios, acentuando el único vestigio de color, en contraste con las fachadas de elementos estructurales negros y vidrios color bronce. El Chicago Federal Center es estéticamente impecable, y creo que es un ejemplo perfecto del «Less is More» (menos es más) que pregonaba el mítico Mies –aunque ya los libros de historia confirmen que esa frase surgió de Peter Behrens, un maestro de van der Rohe, su alumno la practicó tan bien que la popularizó–.

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[5] LAKE POINT TOWER
Y siguiendo con Mies y los maestros, aquí algo curioso: la Lake Point Tower fue diseñada por Schipporeit & Heinrich, pero es considerado por muchos un Mies van der Rohe… ya que ambos arquitectos fueron estudiantes predilectos de Mies, y se basaron en un edificio habitacional que el propio Mies diseñó para Berlín en 1922, pero nunca llegó a construirse. Esta sí se construyó en Chicago para 1968, y terminó siendo uno de los edificios de apartamentos más exclusivos de la ciudad, ya que se encuentra a orillas del lago Michigan, apartado de la congestión urbana. Su planta curva y asimétrica en forma de Y, forrada por su fachada en vidrio color bronce y aluminio anodizado, juega con los rayos del sol y los matices de dorado que se reflejan en el lago.

Fotos: Eduardo De Castro Cáceres; foto de la escultura Flamingo vía The Culture Trip