Un paseo sobre Lima en parapente

Nuestro cliente Vinicio Domínguez-Imbert Garip estuvo en la capital peruana y, de impulso, emprendió un viaje en parapente para sobrevolar el Malecón limeño

POR: Vinicio Domínguez-Imbert Garip

Paseaba por el Parque del Amor en Lima, admirando una preciosa estatua de Víctor Delfín que captura a una pareja en medio de un beso. Ahí entonces vi los anuncios sobre un servicio para sobrevolar la ciudad en parapente, aprovechando su accidentado litoral —la brisa del Pacífico choca contra el acantilado del Malecón, y eso hace que el viento suba, creando una banda de aire que permite el vuelo estable—. Ahí, algo se apoderó de mí: decidí montarme y recorrer la ciudad desde el cielo.

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Había hecho paracaidismo antes, así que la idea del parapente no me asustaba del todo. Sin embargo, al ser un vuelo a menor velocidad y con un instructor entrenado encargándose de la dirección del artefacto en tandem, esta actividad me permitió enfocarme en los aspectos visuales: imaginen ver el Pacífico desde arriba, recorrer el vecindario de Miraflores con solo una mirada y observar todo el movimiento del Malecón, donde la naturaleza se une al urbanismo.

En un momento del recorrido, el instructor se dirigió a un alto edificio comercial con una fachada en vidrio. El efecto fue memorable: ahí pude ver mi propio reflejo, con el mar hacia un lado y la ciudad hacia otro.

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Ese enriquecedor paseo duró apenas 15 minutos, pero esa memoria tan visualmente sobrecogedora seguro me durará toda la vida.

Fotos: Cortesía de Vinicio Domínguez-Imbert Garip y Sandra Garip Hued